LGDC. Redactado por Amparo Escudero
La sexagésimo sexta edición del Festival de la Canción de Eurovisión se ha celebrado este 14 de mayo en el Pala Alpitour de Turín. La victoria en la anterior edición de la banda de rock Maneskin, hizo que el festival se trasladara hacia Italia. Los presentadores del evento elegidos para conducir la gala fueron Alessandro Cattelan, Laura Pausini y Mika. En numerosas ocasiones la reconocida Pausini se lanzó a cantar himnos que todo italiano conoce y que tienen mucha historia para el país. Chanel Terrero, representante de España, quedó en tercer lugar con la polémica canción SloMo, puesto en el que hacía alrededor de 30 años que no estaba tan arriba entre los clasificados. Pero los claros ganadores de la noche fueron los ucranianos con la canción Stefania que arrasaron en las votaciones por parte del público. Este año, la organización de Eurovisión sacó a Rusia del concurso como penalización por la invasión de Ucrania.
Una gala eurovisiva sin mascarillas obligatorias para el público, la normalidad se va apoderando cada vez en más situaciones. Desde 2019, que no se veían unas gradas repletas de público con el rostro destapado. Los ganadores de la noche, a pesar del apoyo del público europeo no quedaron exentos de polémica. Su victoria estuvo rodeada de comentarios acerca de que si no estuvieran envueltos en un conflicto armado no habrían ganado, sino que fue una victoria política. Para muchos ‘eurofans’ Chanel y su grupo de bailarines merecían el primer puesto. Pero el look que eligió la cantante, estuvo en el punto de mira por “enseñar demasiado”.
A las mujeres siempre se les juzga por cómo van vestidas. Se valora su profesionalidad como artistas midiendo cada centímetro de tela encima de su piel. En el caso de que se considere que es poco, se pasa por alto todo esfuerzo de las artistas, algo que en el caso de los hombres no ocurre. Las bailarinas, artistas y mujeres en general han luchado muchos siglos para poder lograr vestirse como ellas quieran. Pero estos derechos, distan mucho de la realidad. Miles de mensajes en contra de haber elegido ese mono con oberturas para representar a España en Eurovisión, incriminando haber logrado llegar a estar entre los tres primeros puestos por alegrar la vista a unos cuantos.
Lo más triste es saber quienes son los principales emisores del mensaje: las mujeres. El 8M todo es sororidad y feminismo, pero parece que el resto del año a algunas mujeres se les olvida. En vez de apoyar a una mujer empoderada que decide y se siente cómoda con lo que lleva puesto, le tiramos piedras sobre su tejado. Pero así es a veces la población española, que de cada evento multitudinario hay meme y comentario.
Una victoria política, twitter enfadado como de costumbre, Rusia fuera del mapa y Rumania presentando una canción en castellano. En pocas palabras, un festival de Eurovisión para recordar.
Chanel no ha ganado, pero lo más triste es que el feminismo tampoco.