Clara Cabrera. Castelló
"Ana la de las Tejas Verdes" es una saga de libros escritos por Lucy Maud Montgomery y se publicó por primera vez en 1908. En un inicio era una obra para todo tipo de públicos pero a día de hoy y después de haber sido analizada, se la considera un libro más bien para niños y jóvenes.
La autora, fallecida en 1942, era canadiense y se la conoció principalmente por la serie de novelas de Ana de las Tejas Verdes. Actualmente sus colecciones se encuentran archivadas en la Universidad de Guelph y el instituto L.M.Montgomery se encarga de organizar las investigaciones y conferencias sobre su obra.
En cuanto a la saga Ana de las Tejas Verdes, está formada por 8 libros que cuentan la vida de Anne Shirley, una niña huérfana que consigue enamorar con sus encantos al pueblo de Avonlea, un pueblo ficticio en la Isla del Príncipe Eduardo. La obra se desarrolla a finales del siglo XX. En l actualidad la obra de Montgomery ha conseguido darse a conocer gracias a la serie web que ha sacado Netflix: "Anne with an E". No obstante, ya se habían publicado versiones audiovisuales algunos años atrás.
La serie se basa en el primero de los libros pero en esta crítica analizaremos el segundo de ellos, llamado "Ana de las Tejas Verdes: La de Avonlea". Ana ya lleva 5 años en el pueblo y por fin ha conseguido su sueño: ser maestra de escuela. Tendrá que aprender a llevar a los niños y afrontar los obstáculos que van apareciendo en su vida.
Respecto al estilo, se trata de una obra con un lenguaje estándard. Por este motivo, yo no lo consideraría literatura infantil porque hay palabras que para comprenderlas correctamente hace falta tener cierto bagaje lingüístico. Por otro lado en cuanto a la trama, habla de hechos cuotidianos y es muy tranquila en general en el sentido que no suceden demasiados hechos fuera de lo normal en un pueblo. No obstante, la autora consigue crear unos personajes entrañables que hacen que el lector se interese por sus vidas, aunque estas no sean extraordinarias.
Es un libro con distintos mensajes muy marcados, de los cuales personalmente destacaría 2. En primer lugar, la importancia de la familia. La protagonista valora muchísimo a sus nuevos padres porque siempre ha estado malviviendo en casas de desconocidos y nunca había tenido un "hogar". Esos sentimientos la autora los consigue plasmar a través de las palabras que le atribuye a la niña. Por otro lado, durante toda la obra está muy presente la imaginación. Ana es una niña muy soñadora y siempre está imaginando paisajes y situaciones. Por este motivo, el libro es muy descriptivo, para que el lector pueda entender que es aquello que piensa la protagonista.
En mi opinión, es un libro entretenido y agradable de leer pero no engancha. Es un libro muy naif, que como he mencionado en párrafos anteriores no incluye hechos extraordinarios ni mantiene una intriga que te haga leer más. De todas formas, la trama es amena y permite al lector evadirse y adentrarse en el mundo de "Ana, la de las Tejas Verdes".